domingo, 14 de febrero de 2016

Amores de amores





Hay amores de amores, formas diferentes de vivirlos y sentirlos: en la piel, en la razón y en la "sin razón". No hay un solo amor, y mucho menos ese amor romántico que nos venden todos los días, en especial cada 14 febrero.
¡Qué va! Mucha tontería de romantiquería patriarcal.
No existe un solo amor, lo que hay son amores. Amores que van más allá de dos personas y de corazones rojos flechados. Hay tantos amores como nos apetezca tener: primeros, segundos y terceros amores (y sigo contando). Unos más intensos que otros, algunos a lo mejor ni lo fueron y otros que es mejor ni recordar. Pero los amores, para que sean amores verdaderos, deben ser bonitos, gratificantes y en libertad.
Existen amores de toda la vida, aunque sean efímeros; los hay apasionados, pausados, secretos, bulliciosos y en complicidad. Amores que se viven y se disfrutan libres, sin prejuicios y sin miedo a despeinarse.
El amor es desvestirse el alma (y no solo el cuerpo) para dejar pasar lo que una quiera y a quien/es quiera, sin mayores cuestionamientos, sin ilusiones, sin preguntarse demasiado. Amores más allá del sexo y la procreación. Más allá de relaciones con nombre, papeles firmados y lejos de bendiciones para toda “la eternidad”.
Existen muchas formas de compartirlos y vivirlos. Cada persona tiene derecho a amar y a sentir a quien quiera, donde y como lo decida, sin dedos que señalen, sin doctrinas que acusen y culpabilicen.
Hay vida para todos los amores que una quiera vivir, y vida para amar a quien quiera una amar. Amores con respeto a la individualidad, sin sumisión, libres de violencia y esclavitud; amores sin dolor ni condena, sin chocolates ni cenas para “festejar” a la sociedad de consumo.
Amar para crecer como ser humana, para sentirse y disfrutarse, para compartir el intelecto, los sentidos y el cuerpo. Amores para gozar con alegría más allá de una cama, teniendo presente que lo efímero se convierte en eterno en completa libertad.

sábado, 6 de febrero de 2016

Votemos, Alexander Rodríguez alcalde



Mañana domingo, 7 de febrero, se elegirán en Costa Rica los gobiernos locales. He  tratado de mantenerme al margen de la política nacional. Hoy por hoy no hay santico ni santica partidario al que creerle. Pero la municipalidad es otro asunto, porque es el lugar donde viven las personas que más amo, es el lugar donde crecí.
Hoy escribo las razones por las que votaré por Alexander Rodríguez Chaves para alcalde  de San Ramón.
Alexander Rodríguez es economista. Lo conozco, ha sido mi mejor amigo por más de 20 años. La vida y el compromiso social nos llevó a coincidir en muchas luchas, desde la defensa del Instituto Costarricense de Electricidad en el COMBO del ICE,  pasando por la lucha contra el monopolio privado, inmoral e ilegal de RITEVE. Caminamos juntos durante la época de las luchas nacionales contra el Tratado de Libre Comercio (TLC- USA). Sumamos nuestras fuerzas, estuvimos en las calles en defensa de nuestra soberanía y del estado social de derecho.  Nuestra participación y empuje en el Partido Acción Ciudadana nos terminó de hacer cómplices, porque la política puede hacerse de otras formas: desde el amor y el corazón y sin olvidar el intelecto.


Alex posee gran vocación de servicio, compromiso social y sentido de la justicia. Llegó en 2006 a ser regidor en San Ramón, cargo que ha asumido con gran claridad y coherencia, y demostrando que la política se puede hacer para la gente y con la gente.  De 2010-2012 fue presidente del Concejo Municipal; luego dejó de serlo, pero actualmente es el mejor regidor del ayuntamiento de nuestro pueblo en el periodo 2010-2016. Hoy es candidato a Alcalde.
Es uno de los hombres más inteligentes que conozco. Un ser humano de un gran corazón, de excelente sentido del humor y un extraordinario jugador de ajedrez. Pero en política, al igual que en la vida, se requieren otros atributos para ser un político de altura. Para serlo, hay que tener ética en la función pública, transparencia, honestidad y saber rendir cuentas. Tener conciencia de que a un puesto se llega a servir y no a servirse.  Alexander posee una enorme capacidad de diálogo con todos los sectores y todas las personas. Cuando hace política, la hace con amor. Con amor a la gente, con amor a San Ramón. El  amor, en  la nueva  política, es un atributo fundamental. No el amor del ego, a un puesto, a un salario o al aplauso. Conozco a Alex y para él todo esto es poco importante; y lo ha demostrado durante estos seis años ante toda una comunidad.


Cuando la ciudadanía se unió en defensa de las semillas criollas y quisimos que nuestro pueblo, San Ramón, se declarara cantón libre de transgénicos, él, desde su curul, fue nuestra voz, la voz de la gente, sobre todo cuando los regidores, la alcaldesa y el vicealcalde, de los partidos Liberación Nacional, Libertarios y “Cristiano”, nos negaban el derecho a participar con voz en las sesiones municipales. Igualmente, denunció sin miedo el despilfarro de recursos públicos en festivales navideños organizados por la alcaldía, los cuales promovían artistas internacionales en detrimento de  la cultura local.
Alexander fue una voz que nos representó a todas las personas que nos organizamos en el Foro de Occidente y salimos a la calle en marzo – abril de 2013 a decirle al gobierno del Partido Liberación Nacional que estábamos hasta la coronilla de la corrupción y que no permitiríamos que nuestra carretera San Ramón – San José  se privatizara. Ha denunciado los actos que tienen tufo a corrupción en la municipalidad, gestionada por la señora Mercedes Moya y su vicealcalde, Nixon Ureña, especialmente tras el nombramiento de familiares de funcionarios municipales, como si el ayuntamiento fuese un club  de amiguetes. Además, ha denunciado la mala gestión del CONAVI, que quiere que la carretera de San Carlos atreviese nuestra pequeña ciudad. Y se opone a ello.
Alexander ha demostrado, con hechos y pocas palabras, que tiene la capacidad, la coherencia y la sensatez para hacer de San Ramón un lugar seguro, amoroso con las personas y donde sea bonito vivir.
Cambiemos la municipalidad, dejemos lo rancio, lo dogmático y la vieja política. Salgamos con alegría a votar por Alexander Rodríguez Chaves, pues aunque la canción de propaganda sea aburrida, es el único candidato que siendo alcalde puede gestionar la municipalidad de este pueblo con  amor e inteligencia.