jueves, 27 de agosto de 2020

Muchas historias y nuestra Universidad de Costa Rica cumple 80 años

 

Mi universidad cumple 80 años, nuestra Universidad de Costa Rica se hace mayor

Me siento más que orgullosa de haber estudiado en la Universidad de Costa Rica, orgullosa de mi formación académica humanísta, estudié en la mejor universidad del país. Soy parte, soy hija de la educación superior pública costarricense.

La Universidad de Costa Rica, atraviesa mi historia vital, todos mis recuerdos y presentes. Fue aquí donde me formé académicamente, aprendí el valor del estudio y de la investigación; aprendí a ser disciplinada, constante y comprometida con mis proyectos.

Estudié derecho, pero aprendí muchas cosas más, personales, colectivas y temas que no se aprenden en las aulas. Fue en la calles, donde me formé como feminista. 

Mi formación academica me ha permitido seguir haciendo lo que más amo y apasiona, demás a hacerlo bien.

En la universidad pública, mi conciencia social se hizo más clara y contundente. Mi paso por la Universidad de Costa Rica, me formó politicamente; me hizo consciente de que nada valen los títulos académicos sino existe un compromiso con la sociedad, con las personas más vulnerabilizadas y excluidas; que el conocimiento académico no vale de mucho sino se pone al servicio de las demás personas. Esto he tratado de seguir haciendo.

Fue en la unviersidad pública en donde aprendí, desaprendí y volví a aprender.

Sí, soy roja y sí soy todavía soy de izquierda, soy feminista y seguiré teniendo un corazón, pensamiento propio y una lengua libre. Sigo comprometida con el estudio disciplinado y sigo aportando mi energía a las luchas, un granito de arena para tratar de hacer y construir mundos más amorosos, justos, feministas, antirracistas y creativos. 

Estudié en una sede regional, la Sede de Occidente, en la zona rural, Ahí, fui parte del movimiento estudiantil y estuve en polítca universitaria.

Fue en la soda (cafetería) de Ñeco y en la soda de Rogelio en donde he comido las mejores empanadas del mundo mundial, tomado el más sabroso refresco de frutas y el mejor café barato. Frente a vasos de café, cervezas y vino barato con muchos cigarros de por medio, tuve conversaciones y discusiones más que interesantes.

En la Sede de Occidente, mis compas compartimos la alegría mestisa el día que mi padre resultó electo como Director de la Sede de Occidente y unos años depués resultó electo como miembro del Consejo universitario de la Universidad.

En los pasillos de mi amada Sede de Occidente de la UCR conocí el amor, el profesor de filosofía más bueno del mundo mundial, nos enamoramos, nos casamos, nos desenamoramios, nos divorciamos, en ese camino nació nuestro hijo, Jorge Arturo. Luego, me volví a enamorar de un corazón bonito que sigue discutiendo, sin ponerse de acuerdo.

El primer año de carrera, recorrí los pasillos y salones de clase embarazada. Nueve meses después, ese campus me vio con una criatura en brazos y pegado a mis tetas. Esa criatura, muy bien alimentada creció, es la misma persona que sale en la imagen que da origen a este texto. Esa foto nos la hicimos hace como 10 años, en una manifestación por la defensa de la educación superior pública, Jorge Arturo estaba en su primer año de carrera y yo era profesora de derecho en la unviersidad.

Pasa el tiempo pero las luchas no acaban.

Recuerdo con cariño a los docentes, bibliotecarias, conserjes, personas secretarias, choferes, personal de seguridad a todas ellas, mi respeto.  Gracias a quienes han hecho de mi camino personal, académico y politico una ruta que vale la pena seguir andando.

Porque la Universidad de Costa Rica no es un cascarón, por el contrario, es una gran institución conformada por personas y vidas. Nosotras y nuestras pequeñas historias, también somos parte de los 80 años que hoy cumple nuestra universidad.

Y sí, seguimos y seguiremos defendiendo el derecho a la educación superior pública, para que cada vez más sean más voces, acentos y colores quienes también puedan sumar y engrandecer la historia.

#SoyUCR

Ana Marcela Montanaro

Berlín, 26  fin del verano y septiembre de 2020


Foto: La hizo mi amigo hermano, Alexis Rodríguez.