sábado, 10 de febrero de 2018

De mitos, mojigatería, verdades y violencias.


El domingo 4 de febrero, hubo elecciones en Costa Rica. Resultó vencedor Fabricio Alvarado, el mercader de la fe, que se hace llamar "cantante de música cristiana" y ungido por su dios que lo ha designado para gobernar Costa Rica, le siguió Carlos Alvarado un ex ministro del oficialismo PAC, con un discurso y praxis neoliberal progresista sobre Derechos Humanos.

A raíz de esto, participé en Foro Abierto, un programa al que a veces me invitan a debatir.
"Costa Rica es un país, en el que muchos, se creen y viven de mito de que el país es la Suiza Centroamericana. Un país que piensa como el "más feliz del mundo" y en el que todo es "pura vida". 

¡Qué va! somos un país lesbófobo, homofóbico, misógino, clasista, racista y violento.
Costa Rica es un país violento, no solo por la llamada "inseguridad", sino porque es un país que quiere que todos seamos "igualiticas", que no acepta a quien se salga de la norma establecida. Es una violencia simbólica muy fuerte.

Sí Costa Rica es igual que el resto países, pero vamos de que todo es muy "pura vida".
Un país incapaz de sentirse parte Centroamérica y se asume con tufo petulante a superioridad".
A raíz de lo que dije y cuestioné, se ha generado en Costa Rica un revuelo que alucina.
El vídeo del programa completo fue editado y se hizo viral en Costa Rica. A mi me llegó vía whatsapp, es un extracto del programa que se llevó a cabo el lunes por la mañana hora de Madrid.


Se viralizó de tal forma que llego a la conclusión que lo que dije tocó las fibras de eso que llaman "la identidad costarricense", sobre todo el "pura vida de la Suiza de Centroamérica".
Los comentarios que la gente realiza son de todos los tipos, muchos de ellos en extremo violentos. Otros entienden lo que dije. Mi chat de messenger está repleto de palabras que pretenden ofenderme y algunos de ellos expresan amenazas de muerte a mi y a mi familia. También hay un par de mensajes, que reconocen con dolor que en este momento la idea mítica de Costa Rica se les cae a pedazos. 

Lo que expresé en ese programa, lo he pensado, dicho y escrito toda mi vida: en mis clases, en mi vida cotidiana y en donde se me ha dado la gana. De paso, agradezco a mi padre y a mi madre que me enseñaron a pensar y sobre todo a no tener miedo. Así que no me vengan a decir, con que voy de "europea" ni de que nada, que igual puede hablar sobre la ficción de España, su corrupción,   monarquía,  su racismo y demás cosas no resueltas..

Crecí en un pueblo de montañas en el Valle Central de Costa Rica, del que atesoro la experiencia de gente maravillosa y valiente con quienes coincidí y compartí en la calle, en mi profesión y en mi militancia. Otras personas, realmente me caen muy mal.
Soy Ana Marcela, Marce para mis amigas y para quienes me quieren. Soy una mujer, feminista, inteligente, de boca y pies libres, comprometida políticamente. Un día, hace como 4 años, agarré dos maletas y salí de Costa Rica. Sin beca alguna, ni nada de nada y me vine a buscar la vida a Madrid. Más detalles se los pueden inventar.

A quienes hacen elucubraciones, les señalo: 1.No le busco votos a nadie. 2. Me tiene sin cuidado lo que piensen sobre mí. 3.- No me dan miedo sus amenazas. 4. Y me importa un bledo ser políticamente incorrecta. 5- Lo personal es político.
Sí soy despeinada, pero soy inteligente y vivo como decido y eso "está mal visto", pero es tan gratificante. 

“Y así es por cuanto, como mujer, no tengo patria. Como mujer, no quiero patria. Como mujer mi patria es el mundo entero”. 

Virginia Woolf


Ana Marcela Montanaro Mena
Madrid, 10 de febrero e invierno, 2018

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